El libro es un hecho cultural permanente y nunca desaparecerá como una de las principales herramientas para difundir el conocimiento, afirmó el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa, al asistir en representación del Secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, al lanzamiento del Reto Leer Más 2014.
El titular de Conaculta añadió que esta campaña es sin duda una de las más trascendentes de los años recientes, surgida desde la sociedad civil y la iniciativa privada, y por ello Conaculta se suma a este esfuerzo a través de los más de 7 mil recintos que forman parte de la Red Nacional de Bibliotecas, y Canal 22, que la difundirá a través de su programación, para llegar a un público más amplio.
Explicó que en el verbo leer es donde está contenida una buena parte de la experiencia colectiva y la experiencia individual en la construcción de una cultura y una sociedad.
«Entrar en las páginas de un libro es como estar en un cuarto con una puerta que se abre a un camino y uno no sabe cómo será la siguiente puerta con la que se encontrará, y así van llegando subsecuentemente abriendo un mundo infinito donde nace la imaginación».
El titular del Conaculta recordó que la lectura ha cambiado con el paso del tiempo, pasando de la oralidad a los signos de escritura en el mundo mesopotámico y los papiros, hasta inventos tan trascendentes como la imprenta y las actuales herramientas digitales, que sin duda nos colocan como sociedad en uno de los momentos más trascendentes para compartir la información.
«Esta es una de las épocas en las que más se lee y por ello la labor de la cultura debe ser encauzar a todos esos jóvenes que todos los días se conectan desde sus teléfonos y computadoras a todo un mundo de información, quienes con ello colocan a la palabra escrita en uno de los momentos más importantes de la humanidad».
Es por esto, agregó Rafael Tovar y de Teresa, que la palabra escrita perdurará más allá del soporte que la contenga de acuerdo con la época que viva la humanidad, y en este contexto explicó que así como el invento de la rueda no ha desaparecido a pesar de que existen cohetes al espacio, el libro sigue siendo un invento trascendental a pesar de la forma en que ahora se transmite la palabra.
«Sea en un libro en papel o una descarga digital la esencia de la palabra escrita quedara siempre como elemento fundamental entre los seres humanos, por ello nos congratulamos por este esfuerzo cuyo motivo principal es que dediquemos un espacio de nuestros días a la lectura, a ese hecho que nunca sabremos a que horizontes nos llevará».
Ángel Alverde, presidente del Consejo de la Comunicación, dijo que esta campaña reúne a más de 85 personalidades que le dicen a la sociedad cómo la lectura los ha ayudado a ser mejores profesionales, pero además lo divertido, apasionante y profundo que es este hábito.
«Diversos estudios arrojan que el hábito de la lectura debe comenzar desde la niñez para desarrollar más adelante la comprensión lectora y aportar un capital humano más valioso a nuestra vida productiva. Este proyecto representa el compromiso de la iniciativa privada para beneficiar a la sociedad mexicana”.
Dijo que en un principio se planteó alcanzar 2 millones y medio de horas de lectura entre el personal de las empresas participantes, lo cual fue superado hasta rebasar más de 6 millones.
«En la edición pasada alcanzamos los 8 millones 994 mil horasy estamos esperando en esta edición llegar a las 9 millones de horas leídas, impactando a más de 380 mil trabajadores y sus familias, además de llegar a las 23 millones de horas de lectura en tres años».
La escritora Elena Poniatowska expuso que, contrario a lo que se piensa y a las estadísticas, los jóvenes en México sí leen, algo que se ha atestiguado en innumerables momentos de la vida nacional.
«En el reciente homenaje a José Emilio Pacheco vimos a muchos jóvenes que se reunieron para despedir su ataúd en una de las escenas más conmovedoras que se hayan visto».
Esta campaña hace honor a muchos lectores anónimos, indicó la escritora, y en ese contexto habló una mujer de más de 80 años, a quien conoció en algún momento de su vida, quien trataba de aprender a leer escuchando la radio y escribiendo en un cuaderno, donde ponía algunas letras al revés.
«Cuando le pregunté por qué quería aprender con tanto ahínco, me respondió que no quería morir sin saber leer y escribir. Supe que ella hacía honor a ese pensamiento que nos dice que un libro siempre nos va a acompañar, nunca nos va a dejar caer y nos va a abrazar como el mejor de los amores».
Miguel Ortiz Monasterio, presidente de la Asociación Mexicana de Editores de Revistas, afirmó que la educación es hoy la herramienta fundamental para el desarrollo de México y en ello las revistas representan un nicho que debe ser aprovechado para difundir el conocimiento.
«Cuando hablamos de que se editan más de 100 millones de revistas al año y que pueden ser enriquecidas con contenidos que beneficien a la población, estamos hablando de un medio de primer orden para guiar el gusto por la lectura. Sin duda esta campaña es una de las más trascendentes en este ámbito en los años recientes».
Laura García, conductora del programa La Dichosa Palabra, de Canal 22, dijo que la actividad de promoción de la lectura en México es una de las más importantes de América Latina y afirmó que los libros son un hábito que siempre se inculca en la casa.
«Mi madre fue una gran lectora y me invitó a descubrir sentimientos, alegrías, imágenes a través de los diversos volúmenes que ponía a mi alcance, encontrando en los libros a algunos de mis mejores amigos, a veces mejores que aquellos que no encontraba en la vida real. Creo que este reto nos plantea algo muy lógico y contagioso, porque al proponer 20 minutos diarios para leer no deja lugar a pretextos por falta de tiempo».
Finalmente, la conductora Tere Vale recordó que en enero de 2011 el Consejo de la Comunicación lanzó esta campaña, posicionándose de inmediato entre las más exitosas en su género.
«La meta es lograr un cierto número de lecturas por empleado y por familia en un año y para ello se plantean retos individuales por empresa para promover este hábito, es decir, es una acción en la que la sociedad civil está involucrada al 100 por ciento y eso la hace aún más valiosa».