¡Trabajemos hasta nuestras victorias Tuta!

Terrorífico leer el mensaje de la Tuta a sus compañeros de causa. Ideales Che Guevaristas mal entendidos, radicalizados, idiotizados, cual marxista leninista con Blackberry en la mano por los pasillos de Ciencia Política del ITAM, solo que ellos no le hacen daño a nadie (se supone), no caen en la contradicción de imitar a un hombre congruente con sus ideales y ellos ser unos psicópatas.

Argumenta que aquellos que no entendemos y tachamos de delincuente a “El Chayo”, mentimos, que es porque no lo conocimos y que los que lo conocieron saben el gran corazón que tenía. Yo no pongo en tela de juicio que Nazario Moreno haya tenido un gran corazón, tampoco dudo que Servando Gómez haya llorado como cualquiera de nosotros al perder a un gran amigo, a un hermano de batalla, a un gladiador de su causa, compañero de risas, hermano de decapitaciones, chile de pedas, hermanito de leche. Es sólo que las acciones no definen a los hombres, pero sí dicen mucho de quienes son. Si en el principio la Familia Michoacana surgió para expulsar a grupos que corrompían a su sociedad, ellos se han convertido en lo que tanto combatieron alguna vez, por eso mi miedo al leer que seguirán trabajando hasta llegar a la victoria. ¿Hasta qué victoria? ¿La del Che Guevara, el hombre que murió como un gusano, enfermo, solo y con las manos cortadas como trofeo para sus enemigos? ¿No son ustedes los que cortan las manos, cabeza, piernas y presumen que lo saben hacer en menos de diez minutos? Pero es que tienen razón, no entiendo su batalla, me parece absurda, egoísta, decadente y blasfema.

Sólo sé que ustedes tienen más recursos que el Che, tienen a los hombres para realizar noventa bloqueos en su estado y poder combatir al ejército en los noventa, al grado de que a su Mesías lo tuvieron que matar por aire, tienen la convicción enajenada de seguir en pie de lucha y lo más seguro es que no por convicción, sino porque no les queda de otra, han cruzado el punto del no retorno, aunque no dudo que alguno de ustedes ande pensando entregarse al programa de testigos protegidos para salvar su pellejo. ¿Pero me permiten decirles algo realmente sincero?: quisiera tener su convicción y sus agallas, su estupidez y su locura para así como ustedes hacen todas sus atrocidades, yo poder publicar este artículo y no sentir miedo de que llegue a sus ojos, pero sé que no puedo. Así que no me queda de otra que al igual que ustedes, luchar contra los que considero están mal, contra los que no entienden que lo que yo pienso está bien, dar lo mejor de mí desde mi trinchera, llorar al igual que ustedes cuando pierdo a un compañero de risas, de vida, hasta que el helicóptero que termine con mi existencia llegue adonde debe estar, a mi morada.

¿Será que no somos tan diferentes? ¿Será que yo también he leído a Ernesto Guevara y he sentido mías sus palabras? Entonces he de despedirme con un mensaje de nuestro comandante, sólo que yo lo usaré para driblar mi batalla, ustedes úsenla en la suya… Si es que les sirve: “Muchos me dirán aventurero, y lo soy, sólo que de un tipo diferente y de los que ponen el pellejo para demostrar sus verdades. Puede ser que esta sea la definitiva, si es así, va un último abrazo.”

*Estudiante del ITAM Licenciatura en Ciencia Política