Angélica Vale está convencida de que la maternidad llegó para cambiarle la vida. Por eso, para la portada de nuestra edición especial del Día de las Madres, nuestros editores han escogido a la actriz mexicana; a su hija, Angélica Masiel; y a su madre, la veterana actriz Angélica María. Las tres Angélicas posaron para nuestro lente en la CIudad de México, donde madre y abuela comparten con emoción cómo es su relación con la bebé.
En exclusiva, Vale relata en esta edición el giro que dio su vida hace 10 meses, cuando nació su hija. “Nací para ser mamá”, dice la artista, quien reside en California con su esposo, el ejecutivo de televisión Otto Padrón. “Ahorita todo me vale, no vivo nada más que para mi hija y mi marido” -según nota de People en Español-.
“Angélica ha leído todos los libros acerca de los niños; no le puedo aconsejar mucho”, señala la orgullosa abuela, quien vive en la capital mexicana y cuando no está junto a Vale en tierra azteca, mantiene comunicación con ella a través de Skype.
Según Vale, como cualquier otra madre moderna, combina sus actividades de mamá con sus compromisos laborales —que van desde su participación algunos fines de semana en la obra de teatro Mentiras en la capital mexicana, hasta las grabaciones del programa Parodiando (Televisa) en la misma ciudad.
La actriz destaca además que no le molesta tener que viajar varias veces al mes de Los Ángeles al D.F., acompañada solamente de su bebé y su perrita maltés, Lety, para trabajar, ya que su marido debe permanecer en Estados Unidos por sus compromisos laborales.
“La apoyo en todo. Para mí sería una falta de amor si le pido a Angélica que deje su carrera y se dedique a ser mamá a tiempo completo”, dice Padrón. “Ella vive de eso. Vive del aplauso”.
Aunque parezca imposible, entre pañales, biberones y desvelos, la pareja afirma que logra mantener encendida la llama del amor. “Nos damos la noche de novios, vamos a cenar, rompemos el esquema”, confiesa Padrón.