Una única cápsula diaria que contiene cuatro fármacos comunes para disminuir el colesterol y la presión sanguínea podría reducir las enfermedades coronarias y apoplejías, según un estudio divulgado hoy en la publicación científica PLoS One.
La llamada «Polypill» (polipastilla) contiene aspirina y otros agentes empleados para disminuir la tensión arterial y el colesterol, fármacos actualmente prescritos de forma separada a millones de pacientes y que, de manera individual, reducen el riesgo de la enfermedad.
Una prueba médica desarrollada a nivel internacional ha comprobado la efectividad y tolerancia de dicha pastilla en 378 personas con elevado riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y que no sufrían necesariamente tensión arterial o colesterol, frente a un placebo.
A dicha prueba, financiada por la fundación británica Wellcome Trust, se sometieron pacientes del Reino Unido, Australia, Brasil, India, Nueva Zelanda, Países Bajos y EU.
«Los resultados muestran que se puede esperar una reducción a la mitad en enfermedades coronarias y apoplejías en aquellas personas que toman durante un periodo largo de tiempo esta ‘polipastilla'» , según indicó a dicha publicación Anthony Rodgers, del George Institute for Global Health.
No obstante, este científico observó también que harán falta años para que esos beneficios surtan efecto.
Los autores del estudio indicaron que el beneficio de tomar esa pastilla, aunque amplio, no era tan grande como habían sugerido algunos investigadores y que los efectos secundarios no eran tan raros como se pensó en un principio.
Aunque en el pasado se han llevado a cabo pruebas médicas a nivel nacional con tratamientos a base de similares combinaciones en una cápsula «polypill» en países como India, Irán y Sri Lanka, éste es el primero que combina datos procedentes de pacientes en centros internacionales y el primero que presta atención de forma fiable a la incidencia de los efectos secundarios frente al placebo.
A corto plazo, una de cada seis personas experimentó un efecto secundario, la mayor parte de las veces moderado, y una de cada veinte abandonó el tratamiento debido a los efectos secundarios.
Debido a ello, parece razonable destinar la pastilla a aquellos pacientes con un elevado riesgo de padecer esas enfermedades.
Según Simon Thom, del Imperial College en Londres, que lideró la parte británica del citado estudio, ahora es necesario «llevar a cabo pruebas mayores para comprobar si es mejor administrar esas medicinas en forma de ‘polipastilla’ o como medicamentos separados» , y si esta estrategia de combinación mejora la respuesta del paciente a la medicación cardiovascular.
En el Reino Unido, alrededor de una de cada tres muertes se atribuye a enfermedades cardiovasculares y, a nivel global, un 80 por ciento de todos los fallecimientos producidos por esas causas así como la diabetes se registran en países de ingresos bajos o medios, según estimaciones recientes.
Agencia El Universal