El aumento inmediato de la asistencia humanitaria en Somalia es la única manera de prevenir que el país caiga en otra catástrofe, advirtieron hoy el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
La devastadora sequía amenaza a la población azotada por décadas de conflicto. Casi la mitad de los habitantes de Somalia, 6,2 millones de personas, sufren de inseguridad alimentaria grave o necesitan apoyo para subsistir.
UNICEF prevé que 944.000 niños sufrirán desnutrición aguda en 2017 y 185,000 caerán enfermos gravemente y necesitarán ayuda urgente. Estas predicciones podrían aumentar un 50% en los próximos meses.
“Las personas han llegado al límite de su habilidad para sostenerse en una situación de sequía extrema, sus animales están muriendo también y ellos son una fuente significativa de ingresos y de alimentos básicos y leche”, explicó Christophe Boulierac, portavoz de UNICEF en conferencia en Ginebra.
Pueblos enteros han perdido sus cultivos y visto a su ganado morir. Miles de personas están desplazándose para encontrar alimentos y agua y la sequía está causando también el aumento de enfermedades como el cólera, que llega a 4.000 casos solo en este año.
Las agencias están proporcionando cupones de agua y comida y asistencia nutricional para cientos de miles en las regiones más afectadas de Somalia. Más recursos están siendo movilizados gracias a donantes internacionales para expandir la respuesta humanitaria. Sin embargo, el PMA y UNICEF necesitan otros 450 millones de dólares para proveer ayuda de emergencia en los meses que vienen.
“Si no respondemos rápidamente y en la escala que se necesita, tendremos que prepararnos para una catástrofe tan grave como la del 2010”, agregó Boulierac.
En ese sentido, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) reveló que el panorama no mejorará para la próxima temporada de lluvias en el Cuerno de África, que se espera en marzo. Las precipitaciones se mantendrán por debajo de lo normal y la situación será aún peor en los países que ya sufren de sequías como Somalia, Kenya, Etiopía, Uganda, Sudán del Sur y Tanzania.