Querétaro.-Durante 6 meses, 180 niños de educación primaria fueron aleccionados por catedráticos de la Facultad de Contaduría y Administración de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) para formarse como empresarios.
Asesoraron a los infantes para que aprendieran a estructurar su plan de negocios a partir de los conceptos de misión, visión y valores, además de incorporar en el plan la elaboración de un proyecto sobre el estado financiero.
El programa, que fue auspiciado por la Asociación nacionales de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), tuvo como objetivo inculcar en los niños de primaria la cultura por crear sus propios negocios, además de sembrar la semilla del espíritu emprendedor, así como motivar su formación académica.
Durante la ceremonia de clausura, en la que los infantes expusieron sus trabajos, el coordinador del proyecto y docente de dicha unidad académica, Ignacio Almaraz, detalló que los universitarios actuaron como asesores para ayudar a los pequeños a estructurar su plan de negocios.
Denominado «Mi primera empresa. Emprender jugando», el programa se desarrolló a lo largo de un semestre con 180 alumnos de quinto y sexto de primaria de las escuelas «21 de Marzo» y «Melchor Ocampo».
Participaron 16 alumnos de la facultad y 2 maestros, que fungieron como tutores de los niños. «Con estos proyectos los universitarios aplican sus conocimientos y llevan a cabo un negocio desde la planeación, la implementación y la ejecución», puntualizó Ignacio Almaraz.
Este entrenamiento, -que tendrá su segunda generación a partir de septiembre de este año- surge con el propósito de que más niños de educación básica se involucren con este tipo de actividades.
Ignacio Almaraz afirmó que «les ayuda a crear una conciencia de lo que es el trabajo en equipo, generan la cultura emprendedora, además de que en un futuro podrán formar sus propias empresas y sean generadores de empleo».
El director de la escuela primaria «21 de marzo», expresó la importancia de que las instituciones de educación básica participen en este tipo de programas, toda vez que ayuda a los niños a aterrizar conocimientos básicos a un nivel real, «no sólo en el área de matemáticas, también en español expresión oral, y sobre todo trabajo en equipo».
Los alumnos, refirió, se sienten muy contentos de trabajar con estudiantes universitarios, porque ellos tienen ideas frescas, y se fueron motivados a cumplir con su trabajo siguiendo sus instrucciones, y sobre todo generaron disciplina, y fortalecieron su confianza y responsabilidad.
Recordó que al inicio del programa, varios padres de familia estaban renuentes, pero poco a poco se fueron haciendo algunas actividades con ellos que promovieron dicho proyecto, dándose cuenta que sus hijos son capaces de construir y crear nuevos proyectos a base de ideas originales, creativas e innovadoras.
Agencia El Universal