El gobierno del presidente Nicolás Maduro denunció este domingo una “provocación militar” tras el inicio de ejercicios conjuntos entre Estados Unidos y Trinidad y Tobago frente a las costas venezolanas, luego de la llegada del buque de guerra USS Gravely a aguas trinitenses.
Denuncia oficial y acusaciones de Caracas
En un comunicado divulgado por la vicepresidenta Delcy Rodríguez, Caracas afirmó que “Venezuela denuncia provocación militar de Trinidad y Tobago en coordinación con la CIA para provocar una guerra en el Caribe”, y señaló además la captura de lo que calificó como “un grupo de mercenarios vinculados a la agencia de inteligencia estadounidense (CIA)”.
El gobierno venezolano advirtió que se trata de “una operación colonial de agresión militar” y denunció la posibilidad de un ataque de falsa bandera que genere un enfrentamiento mayor.
La llegada del USS Gravely a Puerto España se produce en un momento de alta tensión en la región: Washington ha intensificado operaciones marítimas contra el narcotráfico en el Caribe, que, según conteos oficiales citados por la prensa, han dejado hasta ahora 43 muertos en una serie de ataques contra presuntas narcolanchas.
El presidente Donald Trump autorizó además operaciones encubiertas de la CIA en Venezuela con el argumento de combatir a los cárteles, y ha declarado a algunos cárteles como organizaciones terroristas, ampliando las herramientas legales para acciones militares y de inteligencia.
Reacciones regionales y diplomacia tensa
Caracas responsabiliza directamente a la primera ministra Kamla Persad-Bissessar, y sostiene que Trinidad y Tobago habría “renunciado a su soberanía” al cooperar con Estados Unidos, convirtiendo su territorio en “un portaviones de Estados Unidos para la guerra en todo el Caribe”.
Según fuentes regionales, Trinidad y Tobago había expresado anteriormente apoyo operativo a algunas acciones contra el narcotráfico en la zona; sin embargo, la acusación venezolana eleva ahora el conflicto a un plano diplomático que podría derivar en sanciones, protestas formales ante foros internacionales o la convocatoria de mecanismos de mediación.
Riesgos de escalada y consecuencias posibles
Analistas y gobiernos regionales temen que la combinación de operaciones militares, acusaciones de “mercenarios” y la retórica beligerante aumente el riesgo de un incidente armado que involucre a estados del Caribe y a potencias extra-regionales. Entre las posibles consecuencias figura:
- Deterioro diplomático entre Caracas y Puerto España, y entre Venezuela y Washington.
- Movilizaciones militares y ejercicios más amplios en la región, con riesgo para la seguridad marítima.
- Impacto en el comercio y en la navegación en aguas cercanas a las costas venezolanas.
- Llamados internacionales a la contención y al diálogo por parte de organismos regionales.
Estado de las comunicaciones oficiales
Hasta ahora, el comunicado de Caracas fue la reacción pública más contundente; no se han divulgado por el momento respuestas detalladas del gobierno de Estados Unidos ni de la primera ministra de Trinidad y Tobago a la acusación específica de Caracas. Fuentes oficiales y diplomáticas podrían emitir comunicados en las próximas horas, y la situación seguirá sujeta a confirmaciones y verificación internacional.
VÍA | UNO TV

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