
Mientras en La Habana el presidente Hugo Chávez no termina de levantarse de una cama de hospital, en Venezuela la procesión va por fuera.
«Compleja», «delicada» y «no exenta de riesgos» son las expresiones con que el gobierno de Venezuela describe la situación de Chávez -segun nota de BBC Mundo-
La prensa está llena de lecturas, interpretaciones y especulaciones sobre quién, cuándo y en qué circunstancias el mandatario debería ser reemplazado.
La calle no puede sustraerse de ese debate.
Pero mientras una parte del país aguarda con ansias un deselance que le podría significar un nuevo comienzo, para la otra simplemente no hay quien pueda ocupar su puesto.
Este grupo de fervientes partidiarios recibe con pocas fiestas y mucha oración las noticias provenientes de la capital cubana, que sin duda significan que su presidente, su líder, su inspiración, el «corazón del pueblo» (como rezaba el eslógan de su más reciente campaña presidencial) está luchando por su vida, tras haber pasado por su cuarta cirugía contra el cáncer hace tres semanas.
El propio vicepresidente Nicolás Maduro reconoció que las caras circunspectas de quienes informaban de la situación del mandatario obedecían a la enorme preocupación.
En los medios públicos no paran las odas al mandatario, sean propaganda o canciones. Y aunque Caracas vive unos días de respiro – las vacaciones la han dejado sin aglomeraciones ni prisas -, en los tradicionales bastiones chavistas la esperanza hace pulso con el pesimismo.
Los chavistas no ocultan su tristeza. Se repiten las misas y las vigilias, y son pocos los que contienen las lágrimas.
«Chávez es realmente la representación del pueblo venezolano en lo más bajo de las bases»
En la plaza Bolívar de Caracas, punto de encuentro habitual de chavistas que debaten desde proyectos concretos a conceptos del socialismo revolucionario, por primera vez hablan de continuar la revolución sin su máximo líder. Y en torno a esa idea están conjurados.
No en vano, fue el propio Chávez antes de partir para La Habana el que por primera vez contempló la posibilidad de no poder seguir al frente del país y, por eso, nombró al vicepresidente Nicolás Maduro su heredero político.
Pero algunos no se rinden y confían en que el presidente reaparecerá el día 10 de enero para tomar posesión de su nuevo mandato. Se aferran a que no sería la primera vez que los rumores lo daban por desahuciado y Chávez vuelve como si nada hubiera pasado.