Videgaray…a pesar de ajuste no se prevén más impuestos

Con el ajuste presupuestal de 124 mil 300 mil millones de pesos, equivalente al 0.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), el gobierno es el que se aprieta el cinturón, pues no se prevén más impuestos, ni contratar más deuda pública, aseguró el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso, quien anunció que el recorte al gasto corriente de todas las dependencias es inmediato.

Entrevistado por Joaquín López Dóriga, el encargado de la política económica del país dijo que este ajuste presupuestal no modifica la previsión de crecimiento de la economía del país por lo que se mantiene para este año entre 3.2 y 4.2 por ciento. Además, dijo, tiene el objetivo de que el gobierno empiece a trabajar en una nueva forma de hacer el presupuesto para el próximo año.

«Esto nos permitirá empezar desde ahora a trabajar en un presupuesto base cero en donde revisemos programa por programa, dependencia por dependencia los programas y planes, encontrar en donde hay duplicidades, donde tenemos programas que no benefician, es una oportunidad de trabajar desde ahora con todo el gobierno el presupuesto y la estructura programática sea nueva acorde con la realidad mexicana», dijo.

Reiteró que el ajuste en Pemex será de 62 mil millones de pesos y para la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de 10 mil millones de pesos, pero que de acuerdo con la reforma energética serán las empresas a través de sus directores generales quienes informarán sobre estos ajustes.

Insistió en que estos ajustes se realizan dado en contexto internacional y a que no se preve que ni en este año, ni en 2016, ni 2017 se recupere el precio del petróleo, además de otros factores de igual importancia. Ante ello, dijo, el gobierno federal ha asumido un compromiso «apretándose el cinturón, no habrá más impuestos y tampoco se contratará deuda pública».

Dijo que si bien la obra del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México no se suspende, existen otros proyectos que implicarían una carga fuerte para las finanzas en el 2015, 2016 y 2017, por lo que no hay condiciones para darles soporte financiero, como en el caso del tren Transpeninsular, ni el México-Querétaro.

Dijo que en el caso del Tren México-Querétaro se trata de proyectos con una estructura financiera mixta y una parte, pero toda la obra civil, es decir, la construcción de vías puentes y accesos sería obra pública y generaría un impacto de 48 mil millones de pesos a lo largo de lo cuatro años en que preveía su edificación.

«Ante las nuevas condiciones, tomar la decisión de posponer proyectos que tal vez en un futuro se podrán llevar a cabo porque además es un buen proyecto con rentabilidad social».

INF./GRUPO FÓRMULA