A un año de su apertura, que se celebra este 21 de septiembre, el Museo Regional del Ex Convento de Santo Domingo Yanhuitlán, en la Mixteca Alta, en Oaxaca, ha establecido un fuerte vínculo con las comunidades vecinas a través de talleres para niños y jóvenes, así como visitas guiadas por sus salas que reúnen objetos de arte sacro y del periodo colonial, actividades que dan cuenta de la historia, tradiciones, festividades y vida cotidiana de la comarca.
Para celebrar el primer aniversario de trabajo, el recinto realizará el coloquio La Mixteca Alta de Oaxaca: Un panorama de las investigaciones antropológicas en la región, en el que especialistas abordarán temas como Panorama contextual de la Mixteca Alta, El proyecto arqueológico Pueblo Viejo de Teposcolula 2004-2013, El cacicazgo de Yanhuitlán después de la Conquista, El rescate de archivos históricos en la Mixteca Alta: Adabi, La representación de Cristo en unas imágenes de Yanhuitlán del siglo XVI y El Estado y los pueblos indígenas de la Mixteca Alta Oaxaqueña en el siglo XX.
Asimismo, se presentará la exposición Jornaleros del tiempo, compuesta por 41 imágenes en blanco y negro alusivas al fenómeno de la migración, que afecta particularmente a comunidades de esta zona oaxaqueña. La colección perteneciente a la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, pone énfasis en familias del poblado de San Antonio Huitepec, Oaxaca, que migran al norte del país o a Estados Unidos durante las temporadas de cosecha, de febrero a abril, y de septiembre a noviembre.
Ambas actividades tendrán lugar el sábado 21 de septiembre, a partir de las 10:00 horas, en el Museo Regional del Ex Convento de Santo Domingo Yanhuitlán, localizado en el kilómetro 119 de la carretera número 190, a 18 kilómetros al oeste de Nochixtlán, y a 70 de la capital oaxaqueña.
La arqueóloga Celina Pérez Mota, directora del inmueble construido en el siglo XVI y considerado uno de los conjuntos dominicos más notables de la Mixteca Alta, comentó que a lo largo del año ha recibido alrededor de 10 mil visitantes, lo cual representa una cantidad importante para un recinto nuevo, que poco a poco empieza a posicionarse en el gusto del público, tanto local como turístico.
Inaugurado el 18 de septiembre de 2012 —una vez concluidos los trabajos de restauración que se realizaron durante varios años—, el espacio museístico realiza diversas actividades, como el programa “Miércoles de museo”, que consiste en la realización de visitas guiadas para diversos públicos, ya sea adultos mayores, escuelas o grupos de jóvenes.
A través de estos recorridos, el público ha podido apreciar piezas significativas en sus tres salas de exhibición dedicadas al arte sacro y al periodo colonial. Entre ellas se encuentran ocho esculturas policromadas denominadas arcángeles pasionarios, que tenía en resguardo la comunidad y entregó en préstamo al museo para su exhibición. Sin embargo, durante la Semana Santa las sacan para que recorran en procesión las principales calles del pueblo.
Además, se muestran cinco Cristos de diferentes tallas y de gran valor estético a los que se conoce como: español, filipino, de caña, de cuello de gozne y de papelón, elaborados en los siglos XVI y XVIII. El de cuello de gozne destaca por la movilidad en esa parte del cuerpo. El Cristo de papelón está elaborado en cartón delgado, técnica que data del siglo XVI utilizada en las cortes novohispanas.
Otras piezas relevantes son el facsimilar del Códice Yanhuitlán, documento de mediados del siglo XVI, en el que se mezcla la iconografía prehispánica con las representaciones gráficas de los frailes dominicos.
“En este documento se abordan diversos temas, como las deidades prehispánicas, entre ellas la figura de Dzahui, dios mixteco de la lluvia; los tributos otorgados por Yanhuitlán a la Triple Alianza; la construcción de la iglesia; el proceso de evangelización; los problemas de tierras entre esta comunidad y Teposcolula por la extracción de cal, entre otros”.
Se exhiben los facsimilares de las cuatro encomiendas de tierra, del siglo XVI, una de ellas otorgada al primer encomendero, Gonzalo de las Casas. En ésta se ven los caminos y la orientación de la puesta del Sol, mientras que las otras tres son peticiones de tierra por parte de los indígenas para el ganado y el cultivo.
Celina Pérez detalló que también hay algunas piezas que se recuperaron durante la época de rehabilitación arquitectónica del inmueble. Se trata de la figura de un perro, que es uno de los emblemas de la orden dominica; una piedra pintada con grafito, que representa a un altépetl o cerro que derrama sangre, y una pintura mural del siglo XVIII donde se ve una pila de agua bendita. La obra se encuentra en un sillar que posiblemente estaba adosada a un muro.
“Tenemos una serpiente, que es la representación de Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, de 60 cm de largo; un guerrero mixteco, y un ángel que data del siglo XVII o XVIII. Todas estas piezas son de cantera”.
La directora del recinto se refirió también a los talleres que realizan con la participación de la propia comunidad y con el apoyo de la regidora de Educación, Aurora Miguel Hernández, y del síndico municipal, José Pérez Ángeles, sobre temas como el trabajo con material de adobe o el significado del truque. “Éste último resulta muy entretenido para los niños a quienes se les entregan manzanas, cañas o naranjas, que intercambian por otros artículos, haciendo un cálculo de lo que podrían valer”.
También se les imparte otro taller que se denomina “Calcando el Códice Yanhuitlán”, para niños de cinco a 13 años, a través del cual conocen la iconografía, las fechas calendáricas, el significado de los iconos y la importancia histórica del documento.
Entre los proyectos del museo, está la presentación a finales de noviembre de la muestra Testimonios de una guerra. Fotografía de la Revolución Mexicana, que estará compuesta por más de un centenar de imágenes captadas entre 1910 y 1920, y la organización de otros encuentros académicos con investigadores de diversas disciplinas que han estudiado diversos aspectos de la Mixteca, finalizó Celina Pérez.