Los reyes de España, Felipe VI y Letizia, visitaron el Museo de Guadalupe, Zacatecas, acompañados del Presidente de México, Enrique Peña Nieto, y su esposa, Angélica Rivera. A su llegada, fueron recibidos por el Primer Mandatario mexicano y el gobernador de la entidad, Miguel Alonso Reyes.
En su recorrido por el recinto cultural, estuvieron acompañados del secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade; Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes; Teresa Franco, directora general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y el presidente municipal de Guadalupe, Roberto Luévano Ruiz.
El recorrido por el que fuera sede del Antiguo Colegio Apostólico de Propaganda Fide de Nuestra Señora de Guadalupe, en los siglos XVIII y XIX, fue conducido por la directora general del INAH, quien mostró a los invitados las salas históricas conformadas por la Portería, donde se aprecian los retratos de los fundadores del Colegio de Guadalupe; el Claustro de San Francisco; la Escalera Regia, donde se exhiben los lienzos monumentales de Miguel Cabrera, José de Ibarra y Nicolás Rodríguez Juárez; la Biblioteca Conventual, que resguarda más de ocho mil volúmenes; y el Coro, que destaca por su rica sillería y la escultura de San Francisco de Asís.
La visita de los reyes de España tuvo lugar al día siguiente de la realización de la Mesa sobre la Investigación, Conservación y Futuro del Camino Real de Tierra Adentro, organizada por el INAH a cinco años de su inscripción como Itinerario Cultural en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Las conclusiones de este encuentro académico, en el que participaron especialistas de México, Estados Unidos y España, se entregaron a los visitantes españoles con el fin de promover un plan estratégico para el fortalecimiento de la investigación, conservación y divulgación de esta ruta histórica, a partir de la cooperación iberoamericana.
Los investigadores coincidieron en la necesidad de impulsar políticas públicas que aseguren su preservación y establecer planes de manejo en los más de 60 sitios que conforman esta ruta, así como realizar un congreso internacional sobre itinerarios culturales.
Asimismo, con motivo de la presencia de los reyes de España, se puso énfasis en la necesidad del implementar un programa de investigación y conservación del patrimonio cultural del Camino Real de Tierra Adentro, con una visión de largo plazo y con la participación de México, Estados Unidos y España.
Realizada en el Museo Regional de Guadalupe, en Zacatecas, la mesa fue espacio de reflexión y balance sobre los alcances en la investigación arqueológica, histórica y antropológica de dicha ruta histórica, que abarca más de 2,600 kilómetros.
Especialistas de los campos de la arqueología, historia, antropología y conservación del patrimonio cultural se refirieron a algunos proyectos desarrollados en torno a bienes culturales asociados a la ruta, que partía del poder central de la Nueva España, en la Ciudad de México, hasta Santa Fe, capital de Nuevo México, en Estados Unidos.
El arquitecto Alberto Ramírez, director del Centro INAH Aguascalientes, detalló trabajos de conservación y restauración que se realizaron en estos últimos cinco años en templos, presidios y haciendas de Durango.
Citó como ejemplo la regeneración de la imagen urbana del Pueblo de Nazas, la restauración del Presidio de San Pedro El Gallo, para convertirlo en el centro de interpretación de un museo comunitario, la rehabilitación de cinco templos del siglo XVIII del Pueblo de Nombre de Dios, así como de la Misión de Villa de Ocampo, fundada por los jesuitas.
Otras obras fueron la restauración de un óleo monumental del siglo XVIII de la antigua hacienda de Ciénega de Mata, en Jalisco, y las ex haciendas de Peñuelas y Cieneguilla, en Aguascalientes, ambas de la misma centuria.
El puente colgante de Ojuela, en Mapimí, Durango, de 350 metros de altura, y el puente del Diablo, en Navacoyan, en el mismo estado, donde también se habilitó como centro de interpretación la antigua hacienda de San Diego, fueron otros ejemplos de trabajos de conservación dados a conocer en el foro académico.
El antropólogo José Luis Perea, director del Centro INAH Sonora, hizo un balance de los trabajos realizados a lo largo de los años en torno de este itinerario, entre los que destacan investigaciones de petrograbados y pintura rupestre por parte de arqueólogos de Nuevo México, EU, y de Chihuahua.
“Algunos ejes han estado ligados al estudio y registro del legado cultural de la ruta, al fortalecimiento de la identidad regional, a la difusión del resultado de las investigaciones, la formación de recursos humanos, la creación de circuitos de turismo cultural y a propiciar redes entre centros culturales y museos”.
Asimismo, destacó los diez coloquios internacionales que se realizaron alternamente en Estados Unidos y México, las ferias regionales de antropología e historia en Texas y Chihuahua, publicaciones académicas editadas por los especialistas Joseph Sánchez y José de la Cruz Pacheco, exposiciones históricas y artísticas, creaciones de centros de interpretación en Nuevo México y recientemente en Durango, y materiales bilingües para estudiantes.
Comentó que en Estados Unidos se ha generado un movimiento muy importante de carácter federal y estatal sobre este camino histórico y un plan de manejo que coordinan instituciones como el National Park Service.
La ruta, finalizó, genera identidad y requiere la convergencia de gobiernos federales, estatales, poblaciones y organizaciones sociales para la recuperación del patrimonio tangible e intangible.