‘Una noche inolvidable’ en México con André Rieu

México.- Quien diga que la música clásica es aburrida, es porque no ha asistido a un concierto del violinista holandés André Rieu, quien ofreció la noche del viernes el primero de cinco conciertos en el Auditorio Nacional, con un espectáculo totalmente diferente al presentado el año pasado y cuyo título es ‘Una noche inolvidable’.

El show hace honor a su nombre, ya que su creador regala al público un rato de bella música, un ambiente de ensueño y muchas sorpresas. Fiel a su principio de quitarle a la música clásica su sobriedad y hacerla más cercana a la gente, André eligió un repertorio con piezas de compositores como Puccini, Händel, Chostakovitch, Gilbert, y, por supuesto, Strauss, el favorito de Rieu, en su mayoría la más conocidas y populares de estos autores.

Al inicio de su concierto interpretó el vals ‘Voces de primavera’, acompañado de su inseparable Orquesta Johann Strauss, cuyos elementos estaban elegantemente ataviados con vestidos de gala y smoking, además de portar un accesorio fundamental: buen humor.

Al terminar su ejecución André explicó que había elegido ese tema para iniciar por una razón, «la gente de México necesita alegría, la gente de México está tan triste», dejándose escuchar un rotundo ¡no! del público, a lo que agregó, «esto es una tontería, estamos en el país más alegre de toda Latinoamérica».

Uno de los momentos más destacables de la noche llegó cuando André Rieu interpretó ‘Snowwaltz’, de Koschat, después de haber hablado del efecto sanador que tiene la música, porque a mitad de la pieza comenzó a caer nieve dentro del Auditorio Nacional, causado sorpresa y risas entre el público.

Hasta una muñeca de cuerda hizo su aparición sobre el escenario, gracias a la actuación de la soprano Carla Maffioletti, quien con su privilegiada voz interpretó ‘Song of Olympia’, de Offenbach, logrando un número divertido para los asistentes. Para cerrar la primera parte del concierto se dejó escuchar la canción ‘Amigos para siempre’, la cual fue interpretada por las sopranos Mirusia Louwerse, Carla Maffioletti y Kimmy Skota, y los tenores Gary Bennett, Bela Mavrak y Thomas Greuel.

‘Sangre vienesa’, ‘Mama’, ‘Time to say goodbye’, ‘Vilja Song’, fueron algunas piezas que se interpretaron en la segunda parte del espectáculo, pero la estrella fue el vals ‘El Danubio Azul’, que hizo que la gente se levantara de su asiento y comenzara a bailar, incluso los que se encontraban en la parte más alta del recinto hicieron lo mismo.

La música mexicana no faltó, los músicos con sobrero de charro y el público más efusivos que nunca, interpretaron ‘Cielito lindo’, que se escuchó por todo el Auditorio a una sola voz, también el ‘Jarabe tapatío’ se hizo escuchar, después de esto, el también director de orquesta complació a los asistentes con tres o cuatro canciones más fuera de su repertorio antes de dar por terminada su presentación.

Agencia El Universal