Hace poco más de un mes, Tusquets, la editorial española creada en 1969 por Beatriz de Moura y el que fuera su esposo, Oscar Tusquets, anunció su alianza con Planeta Corporación, propietaria de todo el imperio Planeta, que tiene desde editoriales y periódicos hasta cadenas de televisión.
Desde entonces se ha especulado acerca del contrato: que si se trata de una nueva compra de la trasnacional española que aprovecha la crisis de otra editorial independiente para aumentar su número de sellos; que si el imperio dirigido por José Manuel Lara Bosch se ha hecho de 50% de las acciones de la editorial, esto aun se especula porque el porcentaje de acciones no ha sido revelado por ninguna de las dos partes.
Otros han especulado sobre el futuro de Tusquets, hay quien dice que cerrarán las filiales que la editorial española tiene en México y en Argentina; que se clausurarán ciertas colecciones o autores; o que Beatriz de Moura cedió al poder de José Manuel Lara Bosch después de 43 años de historia y de independencia.
A un mes de distancia de ese anunció que se definió como el final de una época de la edición española independiente, Beatriz de Moura desmiente la compra, dice que se trata de una asociación con José Manuel Lara Bosch, a quien califica de “todo un caballero” y señala que lo que en verdad asusta a muchos es que ese nuevo socio se llama Planeta Corporación.
En entrevista con EL UNIVERSAL, vía telefónica desde España, la editora asegura que ella sigue siendo independiente, que el catálogo de más de 2 mil 300 títulos que ha hecho en 43 años de trabajo es intocable; que los autores fueron avisados mucho antes de que se diera a conocer el acuerdo; que se trata de un contrato atípico que provee a Tusquets Editores de una plataforma de distribución para sus libros impresos, así como para sus eBooks, negocio al que entrara en septiembre a través de Libranda, la plataforma de comercialización que tiene Planeta con Random House Mondadori.
Todos celebran su labor como editora, su inteligencia, olfato y temple al conformar un catálogo con grandes nombres y por tener los derechos en español de la obra de Haruki Murakami, Milan Kundera, Henning Mankell, George Simenon, John Updike, John Connoly, Petros Márkaris, Banana Yoshimoto y Qiu Xiaolong.
Ella dice que ese prestigio editorial está asegurado con el convenio. “Ahora tendremos más seguridad y medios para mantener las colecciones. Esta sociedad es atípica y eso es lo que causa extrañeza, pero lo que puedo garantizar sobre mi cadáver, sobre mi, es que no es una mano de hierro que absorbe y tritura; no, es una asociación y cuando se da una asociación así, que es difícil pero se consigue, es porque hay un nivel de intercambio parejo”, señala la editora que tiene 51 años de carrera.
Beatriz de Moura puntualiza ciertos temas para que dejen de especular. Dice que esta nueva sociedad no cambia de nombre, ni cierra sus filiales, ni despedirá a su equipo editorial -poco más de 20 personas-. Lograron un gran socio, José Manuel Lara Bosh, “un buen amigo que siempre nos había propuesto que si algún día queríamos hacer alguna asociación o algo de cara al futuro, que él estaba dispuesto a hacer un acuerdo”.
Un sello con gran prestigio
Desde su creación, la editorial que tiene en su catálogo a otros autores como Almudena Grandes, Reinaldo Arenas, Leonardo Padura, Élmer Mendoza, Cristina Rivera Garza, Álvaro Uribe y Luis Humberto Crosthwaite, ha sorteado altibajos económicos sin perder calidad editorial.
En 1995, socios de Tusquets vendieron 40% de sus acciones a Grupo Planeta y tres años después que De Moura y su esposo Antonio López Lamadrid, que entró a Tusquets en 1977, tuvieron solvencia, las recompraron porque así fue el acuerdo.
Hoy, la alianza es distinta, es de persona a persona y es un acuerdo insólito porque Planeta Corporación no se ha apoderado de Tusquets, sino que se ha asociado. “Es muy distinto porque al asociarse ha comprado unas acciones con lo cual hay una sinergia que vamos a aprovechar”.
Es tal la confianza en esa sociedad, que esta vez el acuerdo no tiene ninguna cláusula que estipule que De Moura, de no estar contenta con las negociaciones, podría recomprar las acciones que ha vendido “¡Ya no las quiero!, esta vez, ya viejita, pienso que al no tener herederos es mejor tener a buen recaudo la editorial”.
Sin embargo, esta alianza no deja de verse en el contexto; hace unos meses, Jorge Herralde, el otro editor español emblemático, anunció la venta de Anagrama. Ante el tema, De Moura dice que las situaciones son distintas: Herralde vendió Anagrama a una editorial italiana y Tusquets Editores sólo se ha asociado.
Lo que concede es que en el fondo las razones fueron las mismas. “A Herralde le pasa un poco lo que a mí, incluso él es un poquito mayor que yo, nosotros pensamos en el futuro, no tenemos hijos, no tenemos herederos directos y aun así, aunque tuviéramos hijos es muy posible que no quisieran seguir el negocio de los padres, está pasando mucho, por lo tanto la seguridad y el futuro de un sello cada uno lo piensa a su modo”.
Hoy, la editora habla de sinergias, de intercambio, de un montón de cosas que han ganado con el acuerdo con Planeta Corporación, de beneficios para ambas partes. Tusquets podrá distribuir más ampliamente sus libros y comprar papel más barato y Planeta entra a un sello sólido, con un catálogo literario de primera que tiene a autores de gran nivel con contratos firmados por muchos años.
“Nosotros aprovechamos las sinergias importantes en el momento actual de Planeta y ellos la participación en una editorial con números positivos, con un catálogo de fondo que funciona muy bien, que tiene sus contratos todos al día, que son primeras figuras, cosa que con otros sellos no había ocurrido, con otros sellos era una compra de todo el sello editorial casi siempre en estado de necesidad”, señala De Moura.
Las vicisitudes de la independencia
Beatriz de Moura comenzó su carrera en 1961 trabajando para Gustavo Gili, después estuvo en Salvat y entre 1965 y 1968 con Esther Tusquets en Lumen, donde se enamoró del hermano de la jefa, el arquitecto Oscar Tusquets, se casó con él y entonces fundaron Tusquets Editores, que a finales de 1968 empezó a solicitar originales.
A partir de allí trabajó con independencia aunque con altibajos. Además del primer convenio con Planeta, en noviembre de 1998, el consejo de administración decidió vender 50% de sus acciones a RBA, que resultó peor y dos años después rompieron el acuerdo. Esto sin olvidar que el Franquismo les prohibió 25 títulos, secuestró uno más y censuró 21.
Tras la muerte de su marido, en 2009, Beatriz de Moura pensó en la asociación para “blindarse”; la crisis económica que vive España aceleró las negociaciones con Planeta Corporación. “Cuando tienes un hijo lo que intentas es dejarlo en buen puerto; me he adelantado, tomé esta decisión hace año y medio pero no ha sido un arranque, después me he alegrado mucho de hacerlo así porque no hemos tocado fondo”.
La editora reitera su independencia al decidir los títulos: “Soy presidenta del consejo de administración y además consejera y los contratos los tendré que firmar yo, naturalmente en conjunto con alguien del grupo, pero estoy hasta en la firma de los contratos, por lo tanto no me dejaré meter un gol”.
Reafirma que nada cambiará, que las oficinas en México y Argentina no se cierran ni las colecciones se acaban; que el convenio de Maxi Tusquets -libros de bolsillo- que tienen con Ramdon House Mondadori terminará a mediados de 2013 porque ya se acabaron los bets sellers de Tusquets que llevar a esa colección y que lo único que cambiará en México será la distribución, nada más.
“Los premios de novela y de ensayo se mantienen, la FIL -feria del libro- se mantiene, nuestra fiesta en Guadalajara se mantiene y lo brindaremos este año y vamos a emborracharnos”, concluye la editora.
Agencia El Universal