Carnaval de Oruro…el más colorido despues del de Río de Janeiro

La ciudad boliviana de Oruro saca sus trajes para los días de carnaval, que puede ser considerado el más colorido del continente después del de Río de Janeiro y uno de los festivales de más larga data en la región -según nota de BBC Mundo-.

Los días más importantes de uno de los festivales más llamativos del país andino serán entre el 6 y el 8 de febrero, pero la fiesta ya está en marcha.

Y BBC Mundo te trae una selección del trabajo del fotógrafo Felipe Abreu y el periodista Luiz Felipe Silva sobre los mejores momentos del carnaval del año pasado.

Las bandas han hecho parte del carnaval de Oruro desde 1964, el año en que el grupo llamado Espectacular Pagador fue fundado.

Ellos tocan marchas, cuecas (un particular estilo musical boliviano y chileno, que también se escucha en Argentina) y otros ritmos típicos de la región durante una peregrinación que se extiende a través de 3 kilómetros durante el primer día del carnaval.

La parte central del carnaval de Oruro son las «fraternidades», organizaciones o asociaciones sobre las que gira el desfile principal de floridas carrozas que cargan motivos religiosos.

Los elaborados disfraces, máscaras y decoraciones usadas en el carnaval de Oruro son hechos a mano en talleres artesanales, como Berna Bordados y Artesanal.

Iniciado hace más de 50 años, Berna Bordados realiza 325 máscaras cada año.

Es manejada por los hermanos Jorge y Martín Cruz, quienes aprendieron el negocio de su padre desde que tenían 6 años.

Ellos comienzan a trabajar en las máscaras desde el mes de agosto.

Esa una labor dura y minuciosa. Una máscara pequeña puede tomar un día, mientras que las más grandes pueden significar cuatro jornadas de trabajo.

Y tienen un costo de entre US$40 y US$46. Los vestidos, por su parte, suelen costar US$70.

Otro ritual central del carnaval es la procesión hacia la iglesia de la Virgen del Socavón.

Ella es la santa patrona de los mineros y es una figura muy venerada en la región minera de Bolivia, que tiene como eje la región de Oruro.

La veneración a esta poderosa figura proviene de tiempos precolombinos, de acuerdo a la leyenda del semidiós Wari que quería castigar a los habitantes de Uru por adorar a otra deidad.

Por esa razón envió cuatro plagas: una serpiente enorme, un lagarto, hormigas y sapos. La única persona que pudo vencer a las cuatro plagas fue Nusta, que al llegar el catolicismo se convirtió en la Virgen del Socavón.

Y desde entonces se celebra la victoria de Nusta/Virgen del Socavón sobre Wari, que es representado como un demonio, por lo que los habitantes de Oruro se visten como diablos para bailar alrededor de la imagen de la virgen.

El principal evento del carnaval es la Diablada, que hace el recuento de la batalla entre el bien y el mal en la que el arcángel San Miguel lucha contra miles de figuras malignas.

Aunque se tienen datos que confirman que esta celebración se realizaba desde el siglo XV, su forma actual data del siglo XVIII, cuando los mineros comenzaron a vestirse como diablos y realizaban sus danzas frente a la Virgen del Socavón.

Ahora, los bailes que se interpretan también representan la historia colonial de Bolivia.

Una de las más tradicionales es la «Morenada», interpretada por bailarinas que representan esclavos africanos que fueron traídos a Bolivia durante los tiempos de la colonia española.

Sus máscaras muestran lenguas exageradas que quieren representar el cansancio que los esclavos sufrieron durante largas horas de trabajo forzado en las minas.