
La elección de Gobernador de Oaxaca rompió mitos; el principal, que cuando hay alta participación ciudadana en las urnas electorales pierde el PRI: y ganó. Ganó en coalición con el PVEM y el Panal. Los resultados definitivos arrojarán cuántos votos aportó cada partido político al triunfo del priista Alejandro Murat Hinojosa.
Por lo pronto, el PREP confirma la amplia ventaja del Conteo Rápido a favor de Alejandro Murat como candidato de la coalición “Juntos Hacemos Más”. La diferencia es de alrededor del 7% frente al candidato de la coalición PRD-PAN, José Antonio Estefan Garfias.
Una ventaja irreversible, que representan más de cien mil votos. Casi igual o más que la ventaja obtenida por Gabino Gué Monteagudo cuando ganó la elección de gobernador del 2010 como candidato de la coalición “Unidos por la paz y el progreso”, conformada por el PRD, PAN, PT y Convergencia, en alianza fáctica con diversos grupos de poder político, económico y social.
Los cómputos distritales a celebrarse el miércoles, no revertirán el resultado dada la amplia ventaja preliminar, ni sumándole los más de 56 mil votos nulos que arroja el PREP, en un recuento total de votos (el “voto por voto, casilla por casilla” que popularizó Andrés Manuel López Obrador).
La elección fue competida. La campaña inició como una contienda de cuartos, y se fue cerrando a tres; aunque parecía una competencia de dos. Y los partidos chiquitines hicieron su esfuerzo.
Tan competida que el porcentaje de participación ciudadana llegó a más del 58%; la más alta en la historia del estado de Oaxaca. En la elección de gobernador del 2010, la participación fue del 56.96%, la más alta.
Ésta, la del 2016, rompió el record.
Amén de hacer en ocasión posterior el recuento de bonanzas y daños de la jornada electoral del domingo pasado, uno de los factores que le dio el triunfo con tan amplia ventaja a Alejando Murat fue precisamente la elección iniciada en cuartos y terminada en tercios.
Una elección entre dos (la coalición PRI-PVEM y la coalición PRD-PAN-PT), probablemente la hubiera perdido. Pero el PT se escindió de la coalición “Con rumbo y estabilidad por Oaxaca (CREO)”, que había integrado con el PRD y el PAN; Benjamín Robles Montoya renunció al PRD y Andrés Manuel López Obrador optó por una participación per se de Morena.
Vean si no: En el 2010, la competencia fue de dos: La coalición PRI-PVEM y la coalición PRD-PAN-PT-Convergencia, la cual obtuvo 733 mil 783 votos con Gabino Cué como candidato, contra 613 mil 651 obtenido de la coalición priista con Eviel Pérez Magaña como candidato.
Ahora, la coalición PRI-PVEM-Panal recupera la gubernatura de Oaxaca con 496 mil 724 votos, estimado al cierre del PREP, dándole el triunfo irreversible a Alejandro Murat, contra 387 mil 66 votos obtenidos por Estefan Garfias de la coalición PRD-PAN; Salomón Jara, candidato de Morena alcanza el tercer lugar con 353 mil 805 votos. Y el escindido PT con Benjamín Robles como abanderado, se lleva el cuarto lugar con 169 mil 451 votos.
Considerando tales resultados preliminares, sumando los votos de Benjamín, los votos de Morena y los de la coalición PRD-PAN, dan 910 mil 332 votos. ¿Se imaginan si hubieran ido en coalición? Hasta ganan carro completo.
Los resultados preliminares de la elección de gobernador revelan que la salida de Benjamín Robles del PRD, llevándose al PT con él, y la participación fuerte de Morena, cuyas campañas tuvieron el acompañamiento constante de su líder, Andrés Manuel López Obrador, fueron determinantes para el triunfo de Alejandro Murat, en una entidad distinta a la natal y sin el conocimiento de ella.
Cuando la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación resolvió que Alejandro Murat tenía calidad de oaxaqueño por derecho desangre, un magistrado dijo que si no tenía la residencia, si no había vivido en Oaxaca, era otra cosa, un asunto de fondo que el pueblo determinaría (en las urnas electorales).
Pero el pueblo oaxaqueño no pudo determinarlo frente ante tres opciones de izquierda fuertes.
Tan solo los votos de Benjamín sumados a los obtenidos por la coalición PRD-PAN, dan 556 mil 556 mil 517, más de los que obtuvo la coalición PRI-PVEM-Panal.
Así, pues, no queda duda que la salida de Robles Montoya del PRD fue determinante en la derrota de la coalición CREO.
La división de la izquierda, funcionó perfectamente como estrategia.
No obstante, el triunfo de Alejandro Murat es legítimo. La legitimidad se la da la mayoría relativa obtenida como candidato de la coalición, y la diferencia contundente de más de cien mil votos, que con toda seguridad confirmarán los cómputos distritales.
Claro, los pecados del actual grupo gobernante y sus aliados (PRD y PAN), ayudaron a la victoria de Alejandro.
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