México, D.F.- “Hoy nos reunimos en torno a un artista imprescindible para recrear el panorama del arte mexicano de los siglos XX y XXI”, afirmó Consuelo Sáizar, presidenta del Conaculta, al entregar este sábado 19 de noviembre la Medalla Bellas Artes al pintor y grabador de origen español y nacionalizado mexicano Vicente Rojo.
En la ceremonia realizada en la Sala Fernando Gamboa del Museo de Arte Moderno, la titular del Conaculta destacó que Vicente Rojo ha extendido un legado cultural que enorgullece a los mexicanos, y recordó a Carlos Monsiváis cuando dijo que su obra pictórica, escultórica y de diseño editorial es indispensable para la cultura mexicana contemporánea.
«En Vicente Rojo destaca su liberación de la imagen y la búsqueda de nuevos lenguajes conceptuales y formales, sin dejar de trabajar el componente mágico y el arte mexicano, su imaginario lo hace real, y lo real lo hace maravilloso».
En el acto, acompañaron también a Vicente Rojo, Teresa Vicencio, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes y Osvaldo Sánchez, director del Museo de Arte Moderno.
Consuelo Sáizar señaló que en sus piezas, Vicente Rojo captura la belleza invisible con el objetivo de crear una obra de carácter propio, deconstruyendo el color para volver a construirlo con su lenguaje personal.
«El mundo de Vicente Rojo son muchos mundos, es integrante del famoso grupo de la ruptura, o mejor dicho hoy, de la apertura, buscando al igual que otros artistas nuevos cauces expresivos con el lenguaje visual, siendo reconocido a nivel internacional».
Y agregó: «Toda su obra posee una extraordinaria versatilidad y dimensión poética, por su carácter perseverante, por su talento, por su poesía gráfica, por su pintura y su amor a México, este día se le concede la más alta condecoración que el Estado otorga en artes plásticas»
Por su parte, Teresa Vicencio, comentó que a lo largo de las décadas, la trayectoria de Vicente Rojo ha estado unida al desarrollo del INBA, formando parte de la oficina de Ediciones de esta institución, así como del Departamento de Artes Plásticas y de la Revista de Bellas Artes, de la que fue director artístico.
«Ha sido un incansable promotor de nuestra cultura que ha traducido su pasión en una obra profunda y colmada de vigencia, Vicente Rojo ha dado luz con su trabajo al arte mexicano del siglo XX».
Osvaldo Sánchez, dijo que a través de sus piezas Vicente Rojo ha demostrado que el arte ha sido siempre un trabajo de hombres libres, convirtiendo a cada obra en la primera y última utopía.
«Es un creador indispensable que se reinventa y renace todos los días. Vicente Rojo es en sí mismo su propia obra, la más fina, mostrándonos con su integridad que más allá del arte, la dificultad se encuentra en crearse a sí mismo».
Visiblemente emocionado, Vicente Rojo agradeció a las instituciones culturales por el reconocimiento y recordó cuando en los años 50, con tan solo 17 años entró a trabajar al INBA como dibujante y maquetista, con un sueldo de 400 pesos, conservando a la fecha su carta de ingreso.
«Como joven republicano español siempre tuve la certeza de que éste era mi país, en esa oficina tuve la oportunidad de convivir con figuras como Carlos Chávez, Fernando Gamboa, Salvador Novo y Miguel Covarrubias».
Y concluyó: “El INBA es uno de los pilares de la vida cultural del país, siempre dije que en el improbable caso de que se me otorgara esta medalla, yo la cedería en reconocimiento al propio Instituto Nacional de Bellas Artes».