Virginia Tovar, la primera mujer árbitro en México

La lucha por la igualdad de oportunidades en el deporte es constante en los tiempos modernos. Años atrás, la batalla era ardua y más compleja, con situaciones inéditas e incomprensibles. En el fútbol, la problemática es mayor todavía y las mujeres siguen en busca de un balance justo. Pese a existir un avance considerable, hay historias que demuestran que el desarrollo profesional fue difícil para muchas.

Así emerge la experiencia de Virginia Tovar Díaz. Nació el 6 de mayo de 1968 en Guadalajara, Jalisco, y marcó un antes y un después en la pelea. Interesada en el deporte desde pequeña, su vocación era ser árbitro y lo consiguió. Fue tal su éxito, que logró un hito dentro de México: se convirtió en la primera mujer en dirigir un partido de Primera División.

Para dar comienzo a su carrera, realizó un curso para entrenadora bajo los mandamiento del ya ex juez Arturo Yamazaki, fallecido en 2013, y ahí encontró su verdadera camino. Fue el propio Yamazaki quien le propuso a Vicky, como la suelen llamar, dar unos pases en el arbitraje e instruirse al respecto.

Así arrancó un recorrido que tendría buenos y malos momentos, pero que desencadenarían en la hazaña. Antes, tuvo una gran aprobación por parte de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) y llegó a impartir justicia durante el Mundial Femenino de 1999.

EL PRIMER IMPEDIMENTO

El histórico día llegaría años más tarde, pero con algunos percances. Virginia fue designada a arbitrar un Tigres-Irapuato en el Estados Universitario un 14 de febrero de 2004. La Liga MX la convocó y revolucionó todos los medios, así como las opiniones de los protagonistas. Lamentablemente, la directiva de los Felinos le bajó el pulgar y movió cielo y tierra para que la saquen de la designación.

“Ya me habían elegido para ese juego, pero Tigres no quiso que una mujer dirigiera a su equipo. Ya estaba lista con mis asistentes y el cuarto árbitro. Al día siguiente nomás me avisaron que siempre yo no dirigiría y que iba de cuarto”, contó Vicky hace un tiempo en una entrevista con ESPN. En aquel entonces, el mandamás de Tigres era Fernando Urdiales y su presión surgió efecto: las autoridades cambiaron la terna.

“Todo mundo me marcó a mi casa, la prensa, compañeros; me decían qué por qué cambió. Respondía yo que quién sabe de dónde sacaban eso, pues ‘a mí desde un principio me dieron de cuarto’. Es que yo me tenía que callar”, relató y comentó que algunos sí le dieron el visto bueno: “Entrevistaron al ‘Piojo’ Herrera, a Oswaldo Sánchez. Les preguntaban si estaban de acuerdo que un mujer arbitrara en Primera División y decían que sí”.

Esa misma semana habría grandes novedades para Tovar: Yamasaki atendió a la reunión de designación de árbitro en Guadalajara y, con el apoyo del también ex árbitro Edgardo Codesal, le confirmó que estaría presente en la próxima jornada en un partido de peso. A Virginia le tocaría dirigir Irapauto-América, uno de los partidos destacados de la fecha.

No hubo más tiempo para especulaciones ni pedidos bochornosos. La ansiada presentación de Tovar llegó y se marcó un hito en la Primera mexicana. Al fin una árbitro mujer estuvo encargada de ser el silbato principal. Acompañada por Héctor Delgadillo y Jorde Dávila como línea, cumplió su gran sueño, pero también se topó con un momento que le marcó el duro camino que se le venía…

Irapauto venció 2-1 a las Águilas y el mítico Cuauhtémoc Blanco, enojado por la derrota, se le acerco en el pitido final y soltó una burda frase, mandándola “a lavar los platos”. En su momento, parece que Virginia no alcanzó a escuchar y el ahora político y gobernador de Morelos emuló su mal accionar días más tarde en un programa de televisión.

El partido no fue nada fácil para la jalisciense: en total sacó seis tarjetas amarillas, dos rojas y hasta cobró un penal. Mientras Blanco tuvo una despectiva actitud para con ella, Pável Pardo, también del América, le regaló un ramo de flores para felicitarla y darle el enhorabuena por su presentación.

“A mí Cuauhtémoc no me dijo nada, sólo supe que después me dijeron que se había expresado de esa manera. Estaba muy caliente y me acerqué a calmarlo, pero su reacción fue agresiva diciéndome: no me toque”, recordó acerca del bochornoso suceso.

Más adelante, vivió otra situación similar. “Para machismo, mi tercer juego: Pachuca contra Santos. Fui a dar el volado con los dos capitanes, mis asistentes y el cuarto oficial. Apenas iba a echar el volado cuando dicen ‘para que mandan viejas si no tienen capacidad’. Yo no dije nada, dije usted escoge la cancha, usted el saque inicial y vámonos. Sí, fue Jared Borgetti”, relató.

Su carrera se vio opacada cuando Aarón Padilla arribó a la Comisión de Arbitraje y dejó de darle oportunidades a Tovar. “A Padilla le dije que me diera un partido para retirarme y dijo ‘es que no se puede’. Deme uno de tercera, pero yo ya me quiero retirar, ya estoy harta, ya no los aguanto”, comentó.

En total, dirigió cuatro partido en Primera: Irapauto-América, Querétaro-Necaxa, Pachuca-Santos Laguna y Jaguares-Veracruz. También estuvo en dos finales de la Copa Oro Femenina y dos Mundiales. Terminó optando por el retiro en 2008, a sus 40 años y después de 13 años ejerciendo como profesional. “Yo abrí camino, pero el machismo me lo cerró”.

Vía | Ole

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